Cuando estaba
llegando al final de su carrera, Antonio Palacios Ramilo proyectó un gran
complejo conventual encargado por la orden religiosa de las Salesas Reales.
Era 1942 cuando
Palacios firmó el proyecto del Monasterio de Visitación para las Salesas Reales
y la ubicación era el barrio de Teis, próxima a la calle Sanjurjo Badía.
Inicialmente proyectó un
complejo con un gran patio central a partir del cual se disponían varios
pabellones. El conjunto se completaba con una monumental iglesia.
Finalmente sólo
se construyó el primer pabellón, que a pesar de ser una pequeña parte de lo que
Palacios proyectó se ha convertido con el paso del tiempo en un edificio
emblemático de Vigo.
En este
edificio Palacios hace uso de toda su experiencia constructiva. Tomando como
referencia el templo Votivo
del Mar
(en Panxón, Nigrán) o la actual sede del Ayuntamiento de
Porriño, proyecta un inmueble de estilo regionalista con claras referencias
historicistas.
Con una
composición donde destaca la simplicidad, Palacios dota al edificio de un aire
medieval haciendo uso del edificio granito sin pulir, tal como salía de la
cantera.
Esta mampostería bruta
impregna a toda la fachada de un aspecto rústico con gran fuerza expresiva que
evoca a las antiguas fortalezas militares. Los muros del edificio se convierten
así en los protagonistas de la ornamentación del edificio.
A pesar de que las piezas
de piedra sin labrar son las principales protagonistas del edificio, también
hay que destacar los vanos, las almenas, arcos de medio
punto y contrafuertes, donde sí se aprecia el trabajo de los canteros.
Con el paso de los años se
fueron construyendo edificios a ambos lados de la calle Sanjurjo Badía, por lo
que el edificio se fue escondiendo entre la multitud de edificios que apenas le
dejan respirar.
Después de
albergar durante años a las religiosas, hoy se usa como lugar donde se ofrecen
cuidados y atenciones a las personas mayores. Cabe destacar
también, que la construcción de esta obra coincidió en el tiempo con la
construcción de otra gran obra de Palacios, el templo de Vera
Cruz en Carballiño.