El Castillo del
Castro se construyó a mediados del siglo XVII en la cumbre del Monte del
Castro, donde tiempo astrás estuvo ubicado un antiguo castro y, en la Edad
Media, el castillo do Penço de la Mitra Compostelana.
Las obras de construcción
del Castillo se realizaron a la vez que las de las murallas y fuerte de San
Sebastián. Fueron realizadas con el objetivo de defender este importante
enclave costero del ataque de piratas y, sobre todo, de los portugueses con los
que, tras el estallido de la guerra de independencia de Portugal, España estaba
en plena guerra.
Según el padre Gándara en
su libro "Armas y triunfos de Galicia" las obras del recinto
amurallado comenzaron en 1656 con el diseño del entonces capitán general de
Galicia Don Vicente Gonzaga. El costo de las defensas se reparte entre la
ciudad y el estado español.
Los ingenieros militares
Carlos y Fernando de Grunemberg estuvieron en 1665 trabajando en las
fortificaciones de Vigo, especialmente en la del Castro y fueron los que
propusieron un proyecto de enlace entre los castillos del Castro y San
Sebastián. Pero fue el capitán Juan de Villarroel y Prado quien proyectó y
dirigió las fortificaciones de Vigo desde su comienzo.
En 1665 estaba construido
el primer recinto del Castillo del Castro, y en 1667 el segundo cinturón a modo
de falsa braga.
En 1670 en las obras del
Castillo del Castro, la primera muralla y la segunda (que era de tierra)
estaban completamente terminadas, como se puede apreciar en un plano de la
época del del conde de Haumanes (para un proyecto que hizo para la unión del Castillo del
Castro con el de San Sebastián en ese mismo año).
En 1704 se le
añade un tercer recinto, dos años después de que la armada franco-española sufriera
un ataque de la armada anglo-holandesa en Rande.
En un plano del
Archivo Histórico Nacional (titulado "Planta del Castillo de Vigo que se
llama el Castro, como ha de estar, en estado acabado") de 1705 de Eugenio
Antonio Doffus Velez D´avila se puede apreciar el castillo completamente
acabado. Se compone de tres recintos y un camino cubierto que conduce al
reducto de San Felipe (una construcción pentagonal rodeada de una empalizada
situada donde ahora hay un parque infantil en la entrada al Castro por su lado
Este).
En 1719 el
castillo resistió durante siete días un bombardeo de 34 morteros del ataque
inglés, que había desembarcado 5000 hombres en la playa de Samil. Los ingleses
consiguieron la rendición negociada de la guarnición y ocuparon y saquearon el
castillo llevándose todo el material de guerra.
El castillo fue reparado,
ya que la fortificación había quedado seriamente dañada. Aun así, y aunque en
1724 se le construyó un cuartel de infantería para 250 soldados, las
fortificaciones habían quedado anticuadas para los tiempos que corrían. A pesar
de ello se continuó usando hasta el 28 de marzo de 1964, día en el que fue
cedido al Ayuntamiento.
El
Ayuntamiento, lejos de conservar lo mejor posible este patrimonio histórico de
la ciudad permitió la construcción de edificaciones ilegales y especulativas
sobre las murallas inferiores que además taponan las superiores.
A pesar de que las murallas estaban recogidas como elementos protegidos
el Concello permitió la construcción en 1975 del edificio (llamado edificio
Montemar), infringiendo la legislación vigente en el momento de su
construcción.
Se proporcionó
una concesión privada al empresario Alejandro Fernández Figueroa que, además de
haber explotado el edificio como el restaurante El Castillo durante tres
décadas realizó añadidos
que afectaron a varios elementos protegidos.
Después de tres
décadas de explotación del edificio Montemar, la concesión finalizó en julio de
2005, y fue posteriormente demolido.