El edificio de la agencia Escalera se construyó a principios del siglo XX en el solar situado en la
entrada de la calle Príncipe que formaba esquina con las calles Urzáiz y Ronda
de Bosco. La antiguamente conocida como plaza de la República y después de la
Guerra Civil, plaza de José Antonio.
El promotor del edificio
fue el exitoso empresario Isidoro Martínez de la Escalera. En 1904 obtuvo por
parte del Ayuntamiento la línea y la rasante pero rechazó la alineación. Por
fin, 5 años más tarde en 1909 consiguió la licencia y se prodeció a la
construcción del inmueble.
Isidoro Martínez de la Escalera nació en Vigo en
el año 1865. En 1896 contrajo matrimonio en Santiago de Compostela con Carlota
García de la Riva. Seguramente el apellido de la Riva os suene de algo. Pues sí,
esta mujer tenía lazos familiares con Lucas de la Riva, el promotor que llevó a
cabo la construcción del desaparecido edificio Rubira. De hecho, Rafael García
de la Riva, siendo en ocasiones el encargado del alquiler de los pisos del
edificio Rubira, fue cuñado de Isidoro Martínez de la Escalera.
De la Escalera
tuvo mucho éxito en los negocios y fue propietario de numerosas fincas urbanas.
Fue consignatario, concejal del Ayuntamiento de Vigo, secretario de la Cámara
de Comercio de Vigo, presidente del Círculo Mercantil e incluso representante
consular de Colombia en Vigo.
Falleció en octubre de 1941 a los 76 años de edad.
El edificio, de tres plantas y realizado en piedra, consta de dos
fachadas de composición diferente. La fachada de la Ronda de Don Bosco es
simétrica y presenta seis vanos. La fachada a la calle Urzáiz tiene cinco
vanos.
En la esquina
que forman las dos fachadas presenta un chaflán redondeado que está coronado
por una cúpula con un globo terráqueo encima y cuya cornisa tiene elementos
decorativos para romper la monotonía de las dos fachadas.
Tiene una
decoración moderada en la que destacan los balconcillos del chaflán y la
fachada a la calle Urzáiz, las pilastras almohadilladas que separan el chaflán
de las dos fachadas, los motivos decorativos de la cornisa y la citada cúpula
con el globo terráqueo iluminado encima. Junto al edificio había una serie de
edificaciones (construcciones de dos y tres plantas y también de piedra) que
formaban, en palabras de Jaime Garrido, un conjunto de cierta calidad
arquitectónica. Este conjunto era muy conocido gracias al popular
esablecimiento que ocupaba dos de sus locales. El bar Derby.
En 1921, el
empresario hostelero y emigrante Albino Mallo abrió el famoso Café Derby,
ocupando uno de los bajos del edificio de la agencia Escalera.
El bar se hizo famoso en
nuestra ciudad por lo selecta de su clientela. En su local se dio cita lo más
granado de la intelectualidad viguesa de la época. Desde los escritores Carlos
Maside y Valentín Paz Andrade, pasando por los pintores Carlos Sobrino, Urbano
Lugrís y Manuel Torres, los intelectuales como Celso Emilio Ferreiro, la poeta
Carmo Kruckdenberg, hasta llegar al arquitecto Francisco Castro Represas.
Todos gustaban de las
tertulias que allí tenían lugar y de la buena música que se ofrecía en directo.
Estuvo abierto hasta 1969, año en el que cerraría definitivamente sus puestas debido al derribo del
edificio de la agencia escalera y el grupo de edificios colindantes. En su
lugar se construyó en 1974 un edificio de diez plantas para oficinas y
viviendas de granito rojo y aluminio de color bronce. El autor del eficio fue
Desiderio Pernas.
Con la
construcción de un solo edificio se pasó de una zona con una armonía y belleza
compositiva de un conjunto donde todos los edificios eran de piedra y cuya cota
de cornisa no superaba las cuatro plantas, a una zona deteriorada y agresiva
que imprime un aire caótico al observador.
El granito rojo
y el aluminio color bronce parece que no casan muy bien con el granito blanco
procedente de las canteras viguesas. Por no mencionar el radical cambio de
alturas.