En el año 1959 la compañía
de seguros Aurora Polar encargó la construcción del que sería el último
edificio del arquitecto vigués Jenaro de la Fuente Álvarez.
Con el giro emprendido por
el arquitecto cinco años atrás con el edificio Candeira hacia una arquitectura
racionalista, el edificio Aurora Polar supuso un paso más en la consolidación
de ese estilo arquitectónico.
De la Fuente proyecta para
la esquina de las calles Urzáiz y República Argentina un edificio de doce
plantas cuyas formas recuerdan al mundo de la máquina y la velocidad, tomando
como referencias las formas, colores y materiales de los grandes
transantlánticos, automóviles o aviones, y con el que busca el máximo
aprovechamiento del espacio disponible.
La disposición
de la entrada principal permite salvar la acusada pendiente de la calle
República Argentina para aprovechar todo el espacio de la planta y dedicarlo a
uso comercial.
La planta
inmediatamente superior también es de uso comercial y su cerramiento es con
paños de cristal inclinados hacia la calle y en ella destacan las esculturas
realizadas en el chaflán, hechas por el escultor vigués Camilo Nogueira. En
ellas se representan motivos relacionados con el mundo laboral.
La disposición del resto de
las plantas destaca por la expresiva curva de terraza inspiradas del mundo
náutico con barandas de hierro y cristal. Este uso de las curvas, con los
sucesivos retranqueos a partir de la octava planta, da al conjunto la sensación
de movimiento.
En 2006 el edificio fue
homenajeado por el COAG con motivo del día internacional de la Arquitectura, ya
que sin duda se trata de uno de los edificios más significativos de la
arquitectura racionalista en Vigo, y uno de los pioneros de la introducion en
la ciudad del movimiento moderno.