Las Casas para Camilo y
Benigno Fernández es otra de las joyas creadas por Jenaro de la Fuente y
Domínguez. Repitiendo el estilo del edificio Pardo Labarta, realizado dos años
antes, el proyecto de las casas para Camilo y Benigno Fernández fue realizado
en 1913.
Los hermanos
Fernández, no queriendo ser menos que las grandes familias de la época, que se
construían grandiosos y hermosos edificios, no pusieron límites económicos en
la construcción del edificio. Así, en la calle Urzáiz número 28, nuestra ciudad
sumaba a la lista de edificaciones notables la construcción de un nuevo
edificio granítico de carácter monumental.
Manteniendo su
tan característico estilo ecléctico, Jenaro de la Fuente se empapa de las
corrientes arquitectónicas de la época, y el tan en boga art noveau o
modernismo de principios del siglo XX se incorpora al diseño del edificio.
El edificio, de planta baja
y cuatro altas, llama la atención por su fantástica fachada y su cuidada
ornamentación.
De la Fuente mantiene la
composición ecléctica pero añade formas y elementos decorativos del modernimo,
como las líneas ondulantes, arcos elípticos, arcos rampantes, etc.
Estos detalles modernistas
se pueden apreciar sobre todo en el gran acceso central de la casa y en los
cierres de las tres galerías graníticas abiertas que recorren la fachada, en el
centro y en los laterales. Terminan en buhardillas muy ornamentadas con
elevados pináculos y cubiertas en mansarda muy empinadas.
Cade destacar, como en
otras grandes obras de nuestra ciudad, el gran trabajo de cantería realizado.
La calidad y excelente labra de las piezas graníticas que componen la
espectacular fachada habla de la excelente pericia de los canteros que la
ejecutaron.